Talento para educar

Últimamente cuando me invitan a algún programa de televisión o de radio para hablar de mi proyecto, la Escuela de Padres con talento una de las preguntas más frecuentes suele ser : ¿por qué con talento? A lo que respondo sin dudar "porque todos tenemos el talento y la capacidad para educar." Todos los padres quieren educar bien a sus hijos pero muchos encuentran hoy grandes dificultades para hacerlo. Esta tarea puede y debe aprenderse.

Debemos trabajar ese talento, tenemos que ejercitarlo para conseguir aquello que queremos: educar a nuestros hijos de la mejor manera posible. Tenemos que desarrollar nuestra inteligencia educativa.

Para conseguirlo debemos trabajar algunos aspectos que paso a detallar a continuación:

• Confianza en uno mismo: El primer aspecto a trabajar es la confianza en uno mismo. El principal motivo por el que muchas personas "fracasan" en su acción educativa diaria es por la falta de este importante ingrediente. Muchos padres y madres se consideran incapaces para educar y se repiten constantemente frases como: "no sé educar", "no sé qué hacer con mi hijo", "no valgo para esto", etc. 

¿Por qué razón algunas personas no tienen confianza en sí mismas a la hora de educar? 

Existen varios motivos: uno de ellos es porque la sociedad se ha vuelto demasiado compleja y hacen uso de "herramientas educativas" que no están actualizadas por lo que tienen la sensación de que van a contracorriente, observando de manera impotente que su acción educativa es ineficaz. Esto les produce una enorme inquietud y les lleva a perder la confianza en sí mismos. En ocasiones son otras personas (sus padres o los profesores de sus hijos) los que les muestran que no están actuando correctamente y eso los lleva a considerarse unos "fracasados" en su rol de madre y de padre. 

Desde la Escuela de Padres con talento mostramos cómo superar estas situaciones y cómo desarrollar,mantener y ampliar la confianza en uno mismo para conseguir lo que todos deseamos: educar de la mejor manera posible y conquistar la felicidad de nuestros hijos. 

Podemos tener mucho talento, mucha capacidad pero si no confiamos en nosotros mismos, difícilmente alcanzaremos el éxito en ningún aspecto de nuestras vidas.

Además, debemos conocernos a nosotros mismos como educadores: nuestras inquietudes, habilidades, motivaciones, fortalezas y debilidades. Una buena máxima para educar: "conócete a ti mismo."

• Entusiasmo: Este es uno de los ingredientes esenciales para educar con éxito: mostrar entusiasmo en nuestra acción educativa diaria. Es un generador de felicidad en aquellas personas que lo poseen. Hoy más que nunca la educación demanda personas entusiastas y apasionadas por lo que hacen. El entusiasmo influye en las actitudes de una persona hacia los demás. Y lo más importante de todo, el entusiasmo conduce a la acción.

• Saber qué pretendemos con la educación de nuestros hijos: Debemos tener muy claros nuestros objetivos y fines a la hora de educar. Saber hacia dónde queremos dirigirnos y qué pasos debemos dar para llegar hasta ahí nos permitirá concentrarnos y aprovechar al máximo nuestro tiempo y energías a la hora de intentar alcanzar dichos objetivos. Establecer unos objetivos claros nos ayudará a superar los obstáculos que nos encontraremos en el camino. Educar no es fácil y además en educación no hay atajos ni soluciones inmediatas...

• Automotivarnos: No es suficiente con querer conseguir unos objetivos. Debemos cultivar de manera permanente el deseo de educar de la mejor manera posible ofreciendo a nuestros hijos lo mejor para que sean mejores, no "los mejores". 

• Optimismo: No existe mejor hábito que tener una actitud optimista, creer que las cosas irán a mejor y no lo contrario. Para educar hoy en día es imprescindible actuar con optimismo frente al pesimismo educativo imperante. Debemos contagiar un optimismo que actúe como barrera ante el pesimismo que se extiende a gran velocidad como un malicioso virus. Hemos de dejar a un
  
  lado el "todo está muy mal" y cambiarlo por "no está tan mal, voy a poner de mi parte para aportar soluciones." Aprendamos a superar una forma de pensar negativa, nos ayudará a ver las cosas desde otra perspectiva. El pesimismo, el pensamiento negativo conduce a la pasividad e inacción. Me gusta seguir este consejo de Dale Carnegie:

"Si uno cree en lo que está haciendo, que no deje que nada entorpezca su trabajo. Buena parte del mejor trabajo del mundo se ha realizado en contra de todas las posibilidades"

• Aprender de nuestros "pequeños fracasos": Ya lo he mencionado anteriormente, educar no es sencillo y a lo largo del proceso nos equivocaremos una y mil veces. Aprendamos de nuestros errores, busquemos la causa que los originó y busquemos soluciones alternativas. Para ello es necesaria una gran dosis de creatividad a la hora de resolver problemas.

• Educar con sentido común y eficacia.

• Estar en continua disposición de aprender: Debemos estar en disposición de aprender en cada una de las situaciones que la vida nos presenta. Debemos aprender de todo y de todos si queremos educar de la mejor manera posible y disfrutar educando a nuestros hijos. Para ello se requiere mucha paciencia pero sobre todo muchísima humildad.

Todos estos aspectos que he descrito en el post tenemos que trabajarlos junto con estos tres elementos esenciales para educar: PACIENCIA, CONSTANCIA Y COMPROMISO.

"Para educar necesitamos criterio y mucho amor"

Espero que te haya gustado la entrada y el artículo que comparto en la misma. Te agradecería que la compartieras con tus amigos en Facebook y Twitter. Como siempre, mil gracias por tu apoyo!!! Estoy convencido de que vamos a promover un gran CAMBIO EDUCATIVO