miércoles, 24 de abril de 2013

Hacia una escuela "proactiva"

Para poder avanzar y evolucionar en nuestras vidas personales tenemos que ser "proactivos" es decir, ser capaces de actuar en lugar de reaccionar. El término "proactivo" fue acuñado por Viktor Frankl aunque fue años
más tarde cuando lo popularizó Stephen R. Covey a través de su magnífico libro "Los siete hábitos de las personas altamente efectivas".

En su libro Covey clasifica a las personas en dos categorías: las personas proactivas y las personas reactivas

LLevo un tiempo observando y estudiando las características de estas personas y he llegado a la conclusión de que esto es completamente aplicable a los grupos, a las organizaciones que también las podemos calificar de proactivas o reactivas. 

En este artículo me gustaría aplicarlo al mundo educativo que es el que mejor conozco y en el que me desenvuelvo. Por este motivo me gustaría hablarte de dos tipos de escuelas: las "escuelas proactivas" y las "escuelas reactivas" según la actitud de los miembros de éstas ante los acontecimientos:


  • Escuelas reactivas: Los miembros que las integran son esclavos de las circunstancias, del momento transitorio y sobre todo de su ambiente. Por ello solo sienten seguridad cuando el entorno es favorable pero cuando no es así, todo se tuerce. Dependen tanto del medio y de las circunstancias que dirigen su atención hacia los defectos de los demás compañeros, hacia las dificultades coyunturales y las circunstancias sobre las que no tienen ningún tipo de control. Esta actitud negativa contagia al resto del grupo y en lugar de buscar soluciones pierden el tiempo buscando culpables. Se pasan el día quejándose de lo mal que está todo: las familia, los alumnos, la administración, el resto de compañeros, etc. Todo está mal pero no ponen remedio...
  • Escuelas proactivas: Por el contrario, los miembros de las escuelas que denomino "proactivas" tienen una actitud completamente diferente ya que por muchos cambios que se produzcan a su alrededor son ellos los que eligen cómo reaccionar ante estos. Es decir, no se preocupan tanto por la situación que se les presenta sino que centran sus esfuerzos en ver qué pueden hacer para promover un cambio positivo. Esta actitud optimista ejerce una gran influencia sobre el resto del grupo.

La proactividad es el primer hábito que destaca Covey en su
libro sobre la efectividad. Por tanto, si queremos "Escuelas altamente efectivas" éstas deben actuar con gran proactividad.

Los otros seis hábitos restantes que señala Covey también los he aplicado a la escuela de la siguiente forma:

  • Comenzar con un fin en mente: es muy importante que desde los centros educativos tengamos muy claro cuál es nuestro objetivo principal para que nuestras acciones se dirijan hacia algo verdaderamente significativo para nosotros. Por desgracia no siempre se actúa de esta forma pues son muchos los centros donde se cae en la rutina, en la repetición excesiva y se acaban haciendo las cosas "como se hicieron el curso anterior", sin ningún propósito claro y definido.
  • Poner primero lo primero: por desgracia en muchos centros lo primero es lo último y viceversa. Todavía somos esclavos de una estúpida burocracia que nos hace perder un tiempo precioso que podríamos dedicar para atender a las familias, poner en marcha proyectos e ideas innovadoras, crear un clima positivo, etc. Es algo que tenemos que cambiar urgentemente si queremos avanzar. En palabras de Santos Guerra: "hay que preguntarse con seriedad y urgencia: ¿Cuántas horas de trabajo burocrático asumen los profesionales de la educación? ¿Cuántas horas se dilapidan entregadas a tareas absurdas que no sirven para nada? ¿Cuánto aburrimiento se acumula en las mentes y en el corazón de los docentes por estas iniciativas cada vez más ridículas?" Esto merece una seria y profunda reflexión por parte de todos.
  • Pensar en ganar/ganar (beneficio mutuo): Como muy bien destaca J.A.Marina "se ha terminado el tiempo del profesor aislado" pues "es el claustro entero el que educa".Una organización inteligente tiene claros sus fines, detecta con rapidez los problemas y sabe resolverlos eficazmente. Tenemos que fomentar un auténtico trabajo cooperativo donde TODOS seamos importantes. Para ello hemos de establecer una verdadera cultura de centro implicando a toda la comunidad educativa pues todos podemos liderar un cambio y podemos aportar nuestro granito de arena en el mismo. Un centro educativo en el que no hay un único líder sino que es el claustro entero el que lidera. Citando de nuevo a Marina, el centro educativo debe "saber unir el talento de sus profesionales, el ambiente de trabajo, un buen equipo de dirección y un buen proyecto pedagógico."
  • Comprender primero y después ser comprendido: es decir, adoptar una actitud de apertura para mejorar la comunicación con las familias. Estamos demasiado ocupados en "querer ser comprendidos" y nos falta establecer relaciones humanas efectivas tanto con nuestros compañeros como con las familias. Nos pasamos la vida comunicándonos de forma oral o escrita pero dedicamos poco tiempo a practicar la "escucha activa". En un artículo anterior hablé de la importancia de saber comunicarnos adecuadamente. Puedes leerlo aquí.
  • Lograr sinergias: Hemos de aprender a establecer sinergias entre los miembros del equipo y también con otros centros educativos. Esto será posible cuando entendamos que la síntesis de ideas divergentes produce ideas mejores y superiores a las ideas individuales. Hemos de evitar enfrentamientos inútiles y estériles que intoxican el clima del centro. El hábito de sinergizar implica entonces la cooperación creativa y el trabajo en equipo.
  • Afilar la sierra(mejora constante): Este debe ser el objetivo fundamental de una escuela proactiva, una renovación constante para promover cambios y mejoras en el centro.
En definitiva, estos son los hábitos que nos ayudarán a constituir escuelas altamente efectivas y sobre todo con un espíritu proactivo que nos ayude a conseguir aquello que todos estamos buscando: una auténtica transformación de la Escuela de siglo XXI.

Imágenes utilizadas: - http://www.elartedelaestrategia.com/los_siete_habitos_de_la_gente_altamente_efectiva.html


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4 comentarios:

  1. Descripción realista, coherente y objetiva de la realidad de muchos de nuestros centros. Debemos tener claro que no nos queda otra opción que ser pro-activos y "crear" escuelas pro-activas. En caso contrario, el ser reactivos nos llevaría a caer en el conformismo o pasividad, en la "urgencia" que conlleva el simple cumplimiento de las tareas... sin dar opción de "estar siempre atentos y abiertos a la mejora continua". Estaríamos condenados a una escuela reactiva, inmovilista, que sólo responde a los "impulsos" del momento. Subrayo tus acertadas reflexiones y ratifico la necesidad que tiene la escuela actual de ser PRO-ACTIVA. No puedo dejar pasar una cuestión. Estemos atentos para saber cómo motivar ( y "sumar") a aquellos que impiden o niegan, de manera "tóxica", esta visión estratégica y proactiva de la escuela.

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    1. Muchas gracias por el comentario Agustín. Ese es el objetivo inmediato "sumar" a aquellos que impiden o niegan esta visión estratégica y proactiva de la escuela. Tenemos mucho trabajo por delante...

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  2. Desgraciadamente, la palabra proactivo ha sido pervertida en su uso por las empresas, de forma que eres proactivo cuando intentas conseguir tus objetivos (al margen de los demás).
    No contentos con eso, ahora se llama compromiso a trabajar más horas por el mismo o menos dinero.
    Espero que no ocurra lo mismo en la escuela.
    Así que prefiero hablar de colectivamente proactivo, proactivo cooperacional o cualquier combinación que deje claro que tú solo no eres proactivo, sino rival de tus compañeros.
    Tema que está directamente relacionado con el punto en el que hablas de pensar en el beneficio mutuo.
    Por lo demás, ¡vamos a ello!
    Saludos,
    una madre

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    1. Muchas gracias por tu comentario y por ofrecernos tu punto de vista sobre el concepto proactivo (que en ocasiones se tiende a confundir con "productivo"). Como acertadamente indicas la clave está en la cooperación, en trabajar en equipo. Es el único camino para promover auténticos cambios... Muchas gracias!! Un abrazo enorme!!

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