En todo grupo humano nos encontramos con personas que se dedican a intoxicar y a generar problemas. Son una fuente constante de conflictos... Se trata de gente envidiosa, autoritaria, mediocre, rencorosa, etc. que realmente no han aprendido a convivir. Por tanto nuestro objetivo debe ir encaminado a conectarnos con la gente correcta, con aquella que nos transmite ilusión y optimismo frente a las cosas, aquella gente que a pesar de la situación en la que estamos inmersos en la actualidad está interesada en actuar para mejorar las cosas.
Recientemente he terminado de leer el interesantísimo libro "Gente tóxica" de Bernardo Stamateas (más de 200.000 ejemplares vendidos en Argentina y 6 ediciones en España). En el libro se habla de una tipología de personas tóxicas que se clasifican en:
1. Envidioso
2. Falso
3. Sociopsicópata
4. Mediocre
5. Arrogante presuntuoso
6. Jefe autoritario
7. Neurótico
8. Chismoso metomentodo
9. Descalificador
10. Quejica victimista
En el mundo educativo encontramos esta tipología en los distintos ámbitos de la comunidad educativa: en los claustros, las AMPAs, los consejos escolares, etc. En este artículo me gustaría centrarme sobre todo en los claustros y las AMPAs.
Claustros tóxicos vs. Claustros inteligentes
Veamos, a continuación la diferencia entre un claustro "tóxico" y un claustro "inteligente":
- Claustros tóxicos:
- Priman los intereses individuales
sobre los del colectivo.
- Cada docente trabaja de manera
aislada, sin espíritu de equipo.
- Las relaciones con las familias
son inexistentes y plagadas de desencuentros.
- El ambiente de trabajo es negativo,
todo se critica y se valora el pesimismo educativo. En ocasiones es insostenible.
- Se mezcla lo personal con lo
profesional.
- Los equipos directivos se
preocupan más por mantener el cargo que por mejorar la calidad del centro.
- Se da muchísima importancia a la
excesiva burocracia primando ésta sobre el trabajo diario con los alumnos/as.
- Se asienta en una excesiva
comodidad por parte de algunos miembros del mismo.
- La creatividad es nula, no se
favorece la innovación y sí una excesiva mecanización y repetición de rutinas.
- Claustros inteligentes:
- Priman los intereses colectivos
sobre los individuales: lo importante es que el centro entero eduque.
- Se trabaja en un ambiente de
colaboración y trabajo en equipo.
- Mantienen unas estupendas
relaciones con las familias.
- El ambiente de trabajo es positivo
y la crítica que se desarrolla siempre es constructiva, para mejorar. Se
respira un gran optimismo y entusiasmo educativo.
- Sus miembros saben separar muy
bien lo personal de lo profesional.
- Los equipos directivos se
preocupan por que el centro trabaje en un ambiente cálido y de equipo
facilitando las cosas sin entorpecer la labor de los docentes.
- Por delante de la burocracia está
el quehacer diario con los alumnos.
- Se asientan en el esfuerzo y la
superación diaria de todos sus miembros.
- Son claustros que fomentan la
creatividad llevando a cabo trabajos y propuestas innovadoras.
- Claustros repletos de auténticos
emprendedores educativos.
AMPAs tóxicas vs. AMPAs inteligentes
Vamos a ver las diferencias entre AMPAs tóxicas y AMPAs inteligentes:
- AMPAs tóxicas:
- Siembran dudas sobre el
profesorado y la función que realizan en el centro creando malestar en el seno del mismo.
- Entorpecen y critican la labor de
los docentes.
- Les preocupa más su beneficio
personal que el del centro. Muestran una actitud egoísta disfrazada en la
búsqueda de lo mejor para los hijos.
- Boicotean continuamente las propuestas del profesorado en los Consejos
Escolares.
- Pierden el tiempo en cosas
intrascendentes que no ayudan a mejorar la educación y se olvidan de otras de
mayor importancia.
- Envían circulares a los padres
para que presionen al centro y al profesorado incitándolos a que lleven a cabo
determinadas acciones.
- Son AMPAs carentes de ideas.
- AMPAs inteligentes:
- Respetan al profesorado y apoyan
públicamente su labor.
- Apoyan las propuestas de los
docentes y sugieren mejoras siempre desde una actitud crítica y constructiva.
- Continuamente se esfuerzan por
buscar soluciones y propuestas que ayuden a mejorar el clima del centro educativo.
- Son AMPAs generadoras de ideas muy
interesantes e innovadoras que ayudan a elevar la colaboración entre padres y
docentes.
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Me esforzaría yo en definir al profesor o la profesora tóxicos, que no tiene por qué ser el claustro entero. Esa persona o grupito que intoxica todo lo que está alrededor y va creando un malestar innecesario en un ambiente educativo.
ResponderEliminarExcelente artículo, hagamos que la educación se fije en los aspectos positivos para con ellos poder transformar este mundo en el que vivimos. Saludos
Estoy totalmente de acuerdo con lo que afirmas. Muchas gracias por tu comentario y por dedicar tu tiempo a leer mi artículo. Estoy convencido de que vamos a transformar la educación y el mundo en que vivimos. Necesitamos gente entusiasta como tú. Un abrazo enorme. Estamos en contacto.
EliminarMuy bueno. Hay docentes toxicos, individualistas y con grandes dotes para otra cosa. Las Ampas tóxicas generan paranoias y no ayudan. Los claustros están compuestos por docentes,los tóxicos van apermitir pocos avances. Es mucha lucha para conseguir un pequeño cambio.
EliminarYo soy mayor y pertenezco a una enseñanza mas libre, en escuelas de artes, centros culturales, y me he encontrado tóxicos siempre, porque estan a favor de los intereses creados y lo que menos les importa es la educación. Con tecnología hasta en los dientes siguen siendo unos trogloditas y acusando a los demás que les queremos dejar sin pastel... El caso es que quieren todo el pastel y además humillarnos a los demas porque no somos machotes, no vamos a guerras ni le seguimos el rollo a la iglesia. Les damos pena porque no seguimos el orden establecido. Y esta gente hace mucho daño porque al final lo que se ve en las pantallas son guerras, peleas, gente colgada de la religion... Y hay otro mundo que también merece ser mostrado. Es una lucha constante.
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Muchas gracias por tu generoso comentario. Me alegra que te resulte interesante. Vamos a seguir trabajando para promover un gran cambio... es cosa de tos@s!!! Un abrazo grande!!!
EliminarMuy buen artículo. Desgraciadamente la gente tóxica reúne (al menos en mi centro) mínimo tres o cuatro características de las diez enunciadas como tipologías diferentes de gente tóxica. Es decir, en este caso son gentes tóxicas pero con radioactivad.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias por tu comentario Juanma. Es una pena que en los claustros haya gente que se dedique a irradiar esta radioactividad tóxica que hace mucho daño al resto de compañeros/as que quieren trabajar y cambiar el mundo a través de la educación. Debemos irradiar una energía optimista enorme para equilibrar las fuerzas... Un abrazo enorme amigo.
EliminarA tu pregunta si me ha gustado el artículo, un Sí rotundo!!! ;)
ResponderEliminarHe pasado por muchos claustros, tanto en Argentina ( la mayoría allí) y ahora por aquí. Pues me ha tocado participar de los claustros que mencionas.Difícil tarea cuando son tóxicos, y gratificante cuando son claustros inteligentes. Y por ello considero que es tan importante la función del o la Directora del centro. Función que no sólo debe acotarse al ámbito administrativo y burocrático.
Gracias por tan bonito artículo
Comparto!
Silvina
Mónica me alegra muchísimo que te haya gustado el artículo y agradezco enormemente el comentario. Comparto tu opinión de la importancia de la función que desempeña el director/a del centro como dinamizador de cambios y esperanza no solo como un mero papel administrativo. Es necesario un LIDERAZGO real y efectivo desde los equipos directivos. Hay mucho trabajo por hacer para cambiar esta visión... Un abrazo enorme. Gracias por tu tiempo.
EliminarNecesario y clarificador . Mi experiencia daría para artículos enteros que corroborarían tu tesis. Gracias!
ResponderEliminarQuerida Teresa, mil gracias por tus palabras. Me alegra que te guste. Es una pena que nos tengamos que encontrar con gente de este tipo que no hacen sino muchísimo daño a la educación. Vamos a cambiar el discurso y jamás desfallecer ante esta gente. Un abrazo enorme. Seguimos en contacto!!
EliminarUn gran artículo. Tan solo me gustaría añadir que no necesariamente una AMPA que critique la labor de ciertos docentes tiene por qué tratarse de "tóxica". Se trata de una asociación que representa a padres y madres de un colegio, por lo tanto, cuando la labor llevada a cabo por ciertos miembros del personal (docente o no) de la escuela sí que resulta "tóxica" (irrespetuosa, autoritaria y excesivamente normativa), es en ese momento en el que una AMPA tiene que levantar la voz para que haya una movilización entre las familias... por supuesto desde un punto de vista respetuoso, jamás violento.
ResponderEliminarPero estamos hablando de un tema sagrado: la educación y el respeto hacia nuestr@s hijos e hijas.
Como comprobarás no asocio AMPA que critica labor de ciertos docentes con AMPA tóxica sino que deben reunir muchas más características (solo mencionas uno de los siete puntos que describo como AMPA tóxica). Evidentemente que el AMPA tiene y debe levantar la voz cuando así lo considere oportuno pero como bien dices con respeto. Necesitamos una aproximación entre las familias y la escuela, una auténtica ALIANZA al margen de nuestras ideas e intereses pues debemos trabajar por un interés común: nuestros hijos y alumnos. Queda mucho por hacer...
EliminarExcelente! felicitaciones.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu generoso comentario. Me alegra que te guste. Un abrazo enorme!!
EliminarUn artículo excelente! Lo comparto sin dudarlo para poder dar la oportunidad a otros de hacer este examen de conciencia y promover así los cambios que nos ayuden a prosperar. Gracias por dedicar tu tiempo a contribuir en la educación y a la vez en toda la sociedad.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras Irene. Muchas gracias a ti por dedicar tu tiempo a leer el artículo, a comentarlo y compartirlo con más gente. Vamos a seguir trabajando para promover un gran CAMBIO EDUCATIVO. Un abrazo grande!!!
EliminarTotalmente de acuerdo, para pensar y reflexionar, pero ¿quién lee este artículo?, estoy segura que los profes "tóxicos" no lo consideran importante.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación. Esperemos que lo lea cuanta más gente mejor... Lo importante es que empecemos a tomar conciencia de la importancia de establecer una auténtica REVOLUCIÓN educativa. No importa que los profes tóxicos no lo lean. Me conformo con que lo lean aquellos que están comprometidos. Un abrazo enorme!!!
EliminarAún estando en mucho de acuerdo, veo un poco de agresividad y con un gran malestar.Toxicidades y Tóxicos que las producen hay en todos los sitios de trabajo y profesiones...
ResponderEliminarUn saludo
Enhorabuena por el artículo. Hace honor a la verdad. Gente tóxica la encontramos en todos los centros de trabajo, sean dedicados a la docencia o no. La virtud está en mantener la distancia de cortesía igual que la podríamos mantener nadando respecto a las medusas para que su toxicidad nunca nos impregne, que nuestro buen hacer o nuestro respeto pueda llegar algún día hacia esas personas en la medida de lo posible.
EliminarPor supuesto Inma que las hay en todas las profesiones pero personalmente describo en mi blog la toxicidad en el entorno en el que yo trabajo que es en un centro educativo... Muchas gracias por tu aportación. Un saludo
EliminarPersonalmente, lo que más me "agobia" es cómo podemos generar el cambio de "ambiente tóxico", porque muchas veces, en los claustros, la toxicidad está tan impregnada que los miembros ya dan todo por perdido y no creen en la posibilidad de un cambio por mínimo que sea.
ResponderEliminarEl hecho de intentar cualquier pequeño "movimiento" está mal mirado y recibe un "NO" por respuesta, o lo peor, la indiferencia.
Y la gente que intenta realizar cambios, al final acaba por desilusionarse o desgastarse.
Querido Dani!! ¿Qué tal todo? Espero que genial amigo. Lo último que debemos hacer es desilusionarnos y desgastarnos. Aquí es interesante entrar en contacto con otros profesionales de la educación que ya estén promoviendo CAMBIOS e intercambiar ideas, opiniones, etc. Crear un cambio de conciencia "de fuera a adentro". Poco a poco seremos mayoría y los "tóxicos" acabarán por desaparecer... Estoy convencido de que la indiferencia ha de ser de nosotros hacia ellos. Me gusta repetir que "quien no quiera que no colabore, pero que tampoco estorbe a los que queremos cambiar las cosas". Un abrazo enorme!!!
EliminarBuenos días Óscar. He llegado a tu artículo porque otros compañeros lo compartieron y yo haré lo mismo. Gracias por el análisis. Una aportación. Soy interino, este ha sido mi cuarto año en la enseñanza pública, he pasado por 6 claustros y no diré si eran tóxicos o inteligentes... lo que sí tengo la impresión es que hay un cansancio y alejamiento de la administración: la generadora, por acción u omisión, en muchos casos, de toxicidad. Podría hablarse también de una 'administración tóxica'.
ResponderEliminarUn abrazo.
Chema.
Hola Chema, me alegra que te haya llegado y que tu intención sea compartirlo. Muy interesante tu aportación y apreciación sobre la "administración tóxica". Tomo nota, mil gracias. Un abrazo enorme!!
EliminarSi tenemos gustos parecidos :)
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación. Un abrazo enorme!!
EliminarExcelente articulo, ademas que he observado que dentro del medio hay quien no superan los procesos y se dedican a mal poner a los demás. La intención en CONSTRUIR, DAR APORTES, PREOCUPARSE, sin distingo de clases sociales, políticos , en fin...
ResponderEliminarmuy buen articulo, lamentablemente en nuestra sociedad y mas en el ámbito educatipo estamos rodeados de algunos grupos como estos, lo bueno es ayudar a combatir estas personas toxicas y dañinas dando el ejemplo con valores....
ResponderEliminarlo mejor que se puede hacer en la vida es alejarse de las personas toxicas esas personas no dejan cumplir las metas
ResponderEliminarMe resulta muy interesante lo que se plantea aquí. Me temo que solemos ser conscientes de este tipo de relaciones tóxicas entre profesores-padres pero por desgracia no se identifican como tales creyendose que es la manera natural de tratar estos asuntos. Me resulta curioso observar en los parques de mi pueblo, en esas largas sesiones de custodia de nuestros hijos, como se hablan de estos temas de una manera... cómo decirlo... poco profesional e intrascendente. En estas tormentas, ya no de ideas, sino de opiniones (y porqué no decirlo, desvaríos) cada uno se cree capaz de resolver el problema de una manera rápida y sencilla. Y es que, en esas argumentaciones, el que sabe (por su experiencia o vocación) suele callar porque en definitiva no se trata de resolver nada sino de pasar el tiempo escuchando a los que más gracia hacen o hablan más, aunque no se diga nada con la suficiente profundidad y análisis. En definitiva me pregunto el origen, de dónde vienen esas relaciones toxicas, su porque. Y es que, el que prepara estas reuniones ya no se preocupa de saber más o analizar en la claridad del silencio interior lo que sucede sino que lo hace en esos parques alumbrado o alumbrada por discursos de tele 5 o gritos de taberna. Es ahí, amigo Carlos, dónde creo que nace el discurso tóxico. Volvemos a tener los representantes que nos merecemos, está vez justificado por aquello de que "no cobro nada y sino te gusta, lo haces tú" y todos a callar. Buenos días a todos.
ResponderEliminarMe resulta muy interesante lo que se plantea aquí. Me temo que solemos ser conscientes de este tipo de relaciones tóxicas entre profesores-padres pero por desgracia no se identifican como tales creyendose que es la manera natural de tratar estos asuntos. Me resulta curioso observar en los parques de mi pueblo, en esas largas sesiones de custodia de nuestros hijos, como se hablan de estos temas de una manera... cómo decirlo... poco profesional e intrascendente. En estas tormentas, ya no de ideas, sino de opiniones (y porqué no decirlo, desvaríos) cada uno se cree capaz de resolver el problema de una manera rápida y sencilla. Y es que, en esas argumentaciones, el que sabe (por su experiencia o vocación) suele callar porque en definitiva no se trata de resolver nada sino de pasar el tiempo escuchando a los que más gracia hacen o hablan más, aunque no se diga nada con la suficiente profundidad y análisis. En definitiva me pregunto el origen, de dónde vienen esas relaciones toxicas, su porque. Y es que, el que prepara estas reuniones ya no se preocupa de saber más o analizar en la claridad del silencio interior lo que sucede sino que lo hace en esos parques alumbrado o alumbrada por discursos de tele 5 o gritos de taberna. Es ahí, amigo Carlos, dónde creo que nace el discurso tóxico. Volvemos a tener los representantes que nos merecemos, está vez justificado por aquello de que "no cobro nada y sino te gusta, lo haces tú" y todos a callar. Buenos días a todos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el artículo y ha dado en muchos de los puntos claves que llevo observando en mi centro. Siempre intentas alejarte de toda esa atmósfera pero te acaba tocando de un modo u otro. Además, creo que la arrogancia viene con ese histrionismo intrínseco que les hace creerse intelectualmente superiores, de ahí su autoritarismo.
ResponderEliminarSi nosotros como docentes actuamos así, qué podemos exigir a nuestros alumnos? Ellos se dan cuenta de todo ese ambiente y a los profesores que son tratados por sus propios compañeros de manera tóxica, enseguida toman nota y van perdiéndoles el respeto también. Todo esto es un círculo vicioso que es provocado por la misma conmunidad educativa.
Una vez más, gracias por este artículo.