Confía en tu intuición. Podrás leer muchos libros, contar con pautas,
orientaciones o “recetas para educar” pero a final no existe manual de
instrucciones para educar a tu hijo y, por tanto, deberás confiar en tu
intuición, actuando con naturalidad y teniendo en cuenta las
características y circunstancias del niño. No te preocupes si te equivocas.
Además, debes ser consciente
de que cada etapa tiene sus propias características pero cada niño es un
ser individual con su propio ritmo de desarrollo. Por este motivo los padres debemos RESPETAR EL RITMO DE NUESTROS HIJOS. De este modo:
- Le transmitimos seguridad y al mismo tiempo tranquilidad.
- Lo aceptamos como ES.
- No forzamos su desarrollo sino que nos adaptamos al proceso de aprendizaje del niño.