domingo, 6 de marzo de 2016

5 habilidades para conseguir que tus hijos cooperen

Hoy te propongo un ejercicio práctico. No es mío, está extraído del fantástico libro “Cómo hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los niños hablen” de Adele Faber y Elaine Mazlish. Se trata de un clásico, un bestseller que ofrece unas herramientas efectivas con un enfoque realista y respetuoso. Siempre lo recomiendo a las madres y los padres.

Voy a compartir contigo 5 habilidades que te ayudarán a que tu hijo coopere de forma que no le causemos ningún daño ni le hagamos sentir mal. Pero antes de eso te propongo esta sencilla tarea. Voy a presentarte los métodos más comunes que los padres empleamos para hacer que nuestros hijos colaboren y cooperen. Después de cada ejemplo, anota cómo te sentirías tú si fueras un niño que escucha esas palabras:


1. CULPAR Y ACUSAR

·      ¡Otra vez estoy viendo en la puerta las sucias huellas de tus dedos!
·      ¿Por qué siempre tienes que hacer lo mismo?
·      ¿Qué es lo que pasa contigo, quieres decírmelo?
·      El problema contigo es que nunca escuchas…

Como niño yo me sentiría…

2. AMENAZAS

·      Atrévete a decir algo que te acuerdas…
·      Quítate la ropa ahora mismo o te la quito yo.
·      ¡Si no has terminado de cambiarte cuando cuente tres me iré sin ti!

Como niño yo me sentiría…

3. ÓRDENES

·      ¿A qué estás esperando? Muévete…
·      ¿Todavía no has estudiado? ¡Ves a hacerlo ahora mismo!

Como niño yo me sentiría…

4. DISCURSOS Y SERMONES

·      ¿Crees que lo que acabas de hacer ha sido muy agradable? Yo veo que no te das cuenta de lo importantes que son los buenos modales. Lo que tienes que comprender es que si esperamos que las personas sean corteses con nosotros, entonces debemos ser corteses con ellas. No te gustaría que nadie te quitara algo de las manos, ¿verdad? Entonces tú tampoco debes hacerlo. Debemos hacer con los demás lo que nos gustaría que hicieran con nosotros.
·      Como niño yo me sentiría…

5. ADVERTENCIAS

·      Cuidado, vas a quemarte…
·      ¡Ves con cuidado o te atropellarán!
·      No subas ahí, vas a caerte.

Como niño yo me sentiría…

6. COMENTARIOS DE “VÍCTIMA”

·      ¿Queréis dejar de gritar? Me va a dar algo…
·      Ya tendrás hijos y sabrás lo que es…

Como niño yo me sentiría…

7. COMPARACIONES

·      ¿Por qué no puedes ser como tu hermana?
·      ¿Por qué no sacas tan buenas notas como tu amiga Marta?

Como niño yo me sentiría…

8. SARCASMO

·      ¿Sabias que mañana es el examen y te dejaste el libro en clase? Qué listo eres…
·      ¿Eso es el trabajo para mañana? Posiblemente tu profesor pueda leer chino, yo no.

Como niño yo me sentiría…

9. PROFECÍAS:

·      Ya verás como nadie quiere jugar contigo…
·      No tendrás amigos si te portas así…
·      Dentro de diez años tendrás los mismos problemas si sigues así.


¿Has comprobado ya cómo te sentirías tú si fueras niño y recibieras estos mensajes? Si como adultos experimentamos estos desagradables sentimientos, ¿cómo se sentirán nuestros hijos? Y lo más importante de todo, ¿hay alternativas a estos mensajes?, ¿podemos obtener la colaboración de nuestros hijos sin causarles ningún daño ni herir sus sentimientos? La respuesta es sí. Comparto las 5 habilidades de Adela Feber y  Elaine Mazlish.

No todas darán resultado con cada niño ni todas se adaptan a su personalidad. Y no hay ninguna de ellas que sea efectiva todo el tiempo. No obstante, lo que sí logran esas habilidades es crear un ambiente de respeto en el cual puede empezar a crecer el espíritu de cooperación.

Para obtener la cooperación…

1. Describe. Describe lo que ves o describe el problema

En lugar de: “Eres un irresponsable; siempre abres el grifo del agua de la bañera y después te olvidas de apagarlo. ¿Quieres que nos inundemos?

Describe: Luís, el agua de la bañera ya está llegando al borde.

Cuando los adultos describen el problema, eso les brinda a los niños una oportunidad de decirse a sí mismos lo que deben hacer.

2. Dale información

En lugar de: “Jamás se te ocurriría ayudarme un poco con el trabajo de casa, ¿verdad?”

Dale información: Realmente me ayudarías mucho si pusieras la mesa para la cena.

La información es mucho más fácil de aceptar que las acusaciones. Al darles información a los niños, por lo general, piensan por sí solos qué es necesario hacer.

3. Dilo con una palabra

En lugar de: “Fíjate con las cosas. Ya te ibas y te dejabas olvidado otra vez tu almuerzo. Un día de estos te olvidarás de tu cabeza. Si no la tuvieras pegada…”

Dilo con una palabra: Marta, tu almuerzo.

Dilo con una palabra. Menos es más. A los niños les desagrada escuchar discursos, sermones y largas explicaciones. Para ellos, mientras más breve sea el recordatorio, mejor.

5. Habla de tus sentimientos

En lugar de: “¿Qué es lo que pasa contigo? ¡Siempre dejas la puerta abierta!”

Habla de tus sentimientos: “Me molesta que la puerta esté abierta”.

Los niños tienen derecho a escuchar los sentimientos honestos de sus padres. Al describirles lo que sentimos, podemos ser genuinos si herirles.


5. Escribe una nota

A veces, nada de lo que decimos es tan efectivo como la palabra escrita.

Esta nota fue escrita por una madre que trabaja y la pegó en la televisión:

 “Antes de encender este aparato. PIENSA, ¿ya hice mis deberes y tareas escolares?”

Habla de tus sentimientos: Me molesta que la puerta esté abierta.

Los niños tienen derecho a escuchar los sentimientos honestos de sus padres. Al describirles lo que sentimos, podemos ser genuinos si herirles.


A MODO DE RESUMEN

1. Describe lo que ves. Describe el problema

“Hay una toalla mojada sobre la cama”

2. Dale información

“La toalla está mojando mis sábanas”

3. Dilo con una palabra

“¡La toalla!

4. Describe lo que sientes

“¡No me gusta dormir en una cama mojada!”

5. Escribe una nota

(arriba del toallero, por ejemplo)
“Vuelve a dejarme aquí para que pueda secarme. Gracias. Tu toalla”.



Espero que te hayan resultado útiles e interesantes estas cinco habilidades que ya mismo puedes empezar a poner en práctica. Ya me dirás si te han servido. Puedes dejarme abajo un comentario con tu experiencia. Muchas gracias de antemano por dedicarme tu valioso tiempo.


Si te parece interesante lo que escribo y comparto en mi blog puedes leer mis libros donde abordo este y otros muchos temas:


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