Vivimos en una sociedad que cambia a un ritmo vertiginoso. El mundo educativo no es ajeno a estos cambios: las nuevas tecnologías, los cambios en los sistemas educativos, en los entornos, etc. Todo ello en el marco de una gran crisis global.
Por este motivo creo que es necesario que desde los centros educativos, en nuestras aulas iniciemos una transformación profunda a través de una innovación real y efectiva que nos ayude a establecer un cambio educativo.
Cuando hablamos de innovar inmediatamente nos vienen a la cabeza imágenes de productos tecnológicos que han revolucionado nuestra sociedad pero para mi innovar es ir más allá: es ofrecer algo distinto, diferente y revolucionario en cualquier ámbito. Y en educación se puede y se debe innovar introduciendo materiales, metodologías y formas de actuar que ayuden a trascender el sistema caduco en el que todavía se asienta la escuela del siglo XXI.
Para esta nueva educación necesitamos profesores innovadores, verdaderos emprendedores educativos que apliquen ideas novedosas a problemas reales y que obtengan como resultado "nuevas formas de hacer" que más adelante se generalicen y utilicen ampliamente.
"Todas las organizaciones (no solo las empresariales) necesitan de una competencia esencial: la innovación"
Peter Drucker
Tipos de innovadores
- Los generadores de ideas (fuente de creatividad).
- Los facilitadores, es decir, los que ayudan a crear las condiciones necesarias para llevar a cabo esas ideas.
- Los promotores de la innovación, que son los que asumen la responsabilidad y el compromiso necesario para liderar el proceso de promocionar las ideas y ponerlas en práctica.
Los estudios destacan que la pieza clave en la innovación son los promotores comprometidos. Y eso es justo lo que necesitamos en los centros educativos: promotores comprometidos que sean capaces de convertir las ideas en una realidad. Según K. Nochur "aunque hay muchas personas que pueden generar ideas creativas o proporcionar un entorno que fomente la innovación, son muy pocas las que se comprometen a llevarlas a la práctica". Se puede decir más alto pero no más claro.
"La creatividad consiste en idear nuevas cosas. La innovación en ponerlas en marcha"
Theodore Levitt
¿Puedes ser tú un promotor de innovación?
A estas alturas te estarás preguntando ¿puedo ser yo un promotor de innovación en mi centro educativo? Por supuesto que sí. No se necesita ser un gran héroe sino estar dispuesto y actuar con decisión para defender una idea y ponerla en marcha siguiendo estos seis pasos que K. Nochur nos describe en su interesante libro "Cómo poner en práctica la innovación" de Harvard Business Review:
Para ello pregúntate:
- ¿En qué consiste la idea?
- ¿Qué nombre le pongo al proyecto?
- ¿Cuál será mi papel en el mismo: creador, promotor u otro rol?
- ¿Qué beneficios se obtendrán de esta idea para el centro educativo?
- ¿De qué forma ayudará a la comunidad educativa esta idea? ¿es aplicable en otros entornos?
2. Identifica los grupos de interés:
Determina qué personas se verán beneficiadas por tu idea bien sean alumnos, padres, otros compañeros, etc. y qué criterio vas a seguir para evaluar la idea.
3. Crea una red informal de apoyo:
Reúne un equipo de trabajo que te ayude y apoye en el proceso de convertir la idea en una realidad.
4. Comunícate con grupos de interés:
Es decir, demuestra a los demás los beneficios de tu idea para obtener los recursos y apoyos necesarios.
5. Gestiona la resistencia:
Te vas a encontrar con gente que se va a oponer a tus ideas (muchas veces fruto de la envidia). Aprende a gestionar esta resistencia para que tu proyecto no se vea afectado.
6. Mantén el entusiasmo por tu innovación:
Innovar no es un acto improvisado sino que requiere de tiempo y mucha paciencia. Deberás estar preparado para mantener el entusiasmo y que éste no decaiga. Es la clave del éxito.
"La innovación es lo que distingue a un líder de un seguidor"
Steve Jobs
Los centros educativos del siglo XXI deberían convertirse en verdaderas "incubadoras de ideas prácticas" que nos ayuden a salir de esta crisis permanente en la que está envuelta la educación. Necesitamos claustros innovadores y AMPAS innovadoras que no se dejen llevar por la inercia y que promuevan CAMBIOS reales en su entorno. Es fácil criticar y ver fallos en las ideas de los demás. Nuestra función no es criticar las ideas sino apoyarlas o dar alternativas inteligentes que mejoren estas ideas.
Estos cambios irán creciendo y se harán extensivos para que un CAMBIO EDUCATIVO generalizado se convierta en una realidad. Son estos cambios los que necesita nuestro sistema y no las reformas educativas de nuestros gobernantes que se mueven por otros intereses.
Steve Jobs decía, "ser el más rico del cementerio no es lo que más me importa. Acostarme por la noche y pensar que he hecho algo genial es lo que más me importa"
Y a ti, ¿qué es lo que más te importa?
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