Entusiasmo y pasión por educar

Desde este blog siempre me gusta transmitir un mensaje optimista para alejarme del enorme ruido y pesimismo que intoxica el mundo educativo en la actualidad donde parece que solo podemos hablar de educación en términos negativos y catastrofistas pues como afirma J.A.Marina "el pesimismo goza de un prestigio intelectual que no merece".  Estoy convencido de que hay motivos para creer y sobre todo para CREAR un gran CAMBIO EDUCATIVO donde todos y cada uno de nosotros tenemos algo que aportar. 

Por esta razón me gustaría mostrarte un buen ejemplo de que hay gente verdaderamente interesada en promover cambios en educación, por ejemplo, a través de su acción educativa diaria, a pie de aula con sus alumnos. Quiero compartir contigo una reflexión de mi amiga Carmen Reyes que publicó el pasado viernes en su muro de Facebook y que me transmitió un mensaje positivo. Es un grandísimo ejemplo del entusiasmo y la pasión que demuestran algunos docentes por educar. Es la actitud que necesitamos para promover este gran CAMBIO:

"Esta mañana al salir camino al trabajo, cargada de materiales para trabajar con mis nenes, me crucé con un hombre con corbata, con chaqueta gris y con la cara a juego. Serio, con prisas y maletín, abriendo un coche que debe valer el triple que el mío. Y yo con mis bolsas de plástico llenas de cartulinas, brillo y color... feliz de la vida pensando en el día de hoy en mi cole. 

Es en esos momentos cuando me doy cuenta de lo feliz que me hace mi trabajo. No hay nada mejor que levantarse con ganas de volver a trabajar. Ganas de aprender y hacer cosas nuevas. Que mi "oficina" huela a galletas, plastilina, libros, témpera y lápices de cera. Que mis "clientes" me regalen su "abrazo de los viernes" y me carguen de adrenalina. Que los mayores problemas se resuelvan "sentándose a pensar", que las mejores alegrías las consigan sonrisas y ganas de aprender. Que mi uniforme sea una ropa cualquiera dispuesta a ser manchada o un babi de colores. Que hasta en los días malos te digan que estás guapa. Que llegue a casa con purpurina en la cara en lugar de arrugas en la frente.

Sí... Soy muy afortunada!!

Un texto precioso que demuestra el gran amor de esta persona hacia su profesión, que la vive con verdadera pasión y estoy convencido de que conecta a la perfección con sus alumnos... Esta debería ser la actitud de todos los maestros y maestras, educar con alegría y entusiasmo para conquistar la felicidad de sus alumnos, sabiendo que tenemos el futuro de la sociedad en nuestras manos. Y que todos al fin debemos sentirnos unos afortunados por dedicarnos a aquello que nos apasiona: la educación.

Me gustaría conocer reflexiones y aportaciones similares de otros compañeros que nos sirvan para elevar el optimismo educativo actual. Las publicaré aquí y en un próximo número de mi magazine digital "Optimismo Educativo".

Muchas gracias Carmen por tu entusiasmo y por compartir la reflexión con los demás.

"Muchas veces se dice que no se puede hacer nada, pero 

hemos constatado que una sola acción individual 

puede desencadenar un movimiento colectivo"

 María de la Válgoma

Espero que te haya gustado la entrada y la reflexión que comparto en la misma. Te agradecería que la compartieras con tus amigos en Facebook y Twitter. Como siempre, muchísimas gracias por tu apoyo!!! Necesitamos promover una verdadera revolución y transformación educativa...