Hoy me gustaría compartir contigo algunas ideas sobre un tema de especial importancia en la educación actual: el concepto de éxito y fracaso en la escuela de hoy.
Nuestro modelo educativo ha quedado anclado en el pasado, ajeno a los grandes desafíos y transformaciones sociales actuales. Además es un modelo que no prepara a nuestros alumnos para ese futuro incierto que está por venir. Por este motivo es necesario movilizarnos para cambiarlo. En el actual modelo educativo, el éxito se mide en función de los exámenes aprobados y los alumnos más inteligentes y capacitados son aquellos que obtienen las mejores calificaciones. Entonces, ¿qué ocurre con el resto de alumnos? Pues se van quedando en el camino, disminuyendo sus ganas e iniciativa personal hasta tal punto que dejan de intentar las cosas por no fracasar.
Nuestro objetivo como educadores debe ser trabajar con estos alumnos que tienen una imagen negativa de sí mismos y hacerles ver que no son peores alumnos por obtener unas calificaciones más bajas. Además tenemos que insistir en que no deben abandonar, que lo tienen que intentar... Valdría la pena recordarles lo siguiente:
"Siempre fallarás el tiro que no tires"
Nuestros hijos y alumnos no pueden perder esa capacidad de arriesgarse, de intentarlo por miedo a fracasar... Y tenemos que cambiar esto con urgencia.
Como muy bien afirma Richard Gerver "si queremos crear un sistema educativo que verdaderamente ponga en juego el potencial de cada individuo y que los prepare para liderar los desafíos del futuro, tenemos que cambiar la naturaleza del concepto de fracaso y de la noción de riesgo". El hecho de cometer errores es una parte más del proceso de aprendizaje y no podemos estar continuamente condenando el error. Solo cuando cometemos errores, cuando tenemos la oportunidad de fracasar, aparece la oportunidad de aprender.
"El éxito es casi siempre el resultado de la suma de fracasos"
Siguiendo con R.Gerver, "la educación no puede ser en blanco y negro, ni puede consistir en estudiar para aprobar exámenes; es mucho más importante. El éxito educativo no debería medirse en proporción inversa a las marcas rojas en un papel, ni por nuestra demostrada valía académica". La educación es algo mucho más profundo y transformador que todo eso: tiene que ver con saborear los desafíos y aprovechar las oportunidades considerando los errores como una oportunidad para aprender y CRECER.
Este tiene que ser uno de los objetivos de la Escuela del siglo XXI: centrarnos en las capacidades y talentos de cada niño y no reducirlo todo a simples notas académicas basadas en el aprendizaje de una serie de contenidos. En palabras de Ken Robinson "la educación está reprimiendo los talentos y habilidades de muchos estudiantes; y está matando su motivación por aprender." En el nuevo modelo educativo tenemos que trabajar para permitir que cada niño realice un viaje interior y le permita descubrir lo que el propio Ken Robinson denomina su elemento , es decir descubrir aquello que te apasiona y te hace feliz. Porque ese es al final el objetivo último de la educación: formar personas felices. Y ahí también estamos fallando porque les decimos frases del tipo:
- "¿Para qué quieres estudiar música si no vas a vivir de ella?
- ¿Para qué quieres hacer teatros si con eso...?
- Total no vas a ser un gran pintor...
No dejamos a nuestros hijos y alumnos que busquen en su interior aquello que les apasiona y se dediquen a ello con todo su empeño. Debiéramos recordar que
- "¿Para qué quieres estudiar música si no vas a vivir de ella?
- ¿Para qué quieres hacer teatros si con eso...?
- Total no vas a ser un gran pintor...
No dejamos a nuestros hijos y alumnos que busquen en su interior aquello que les apasiona y se dediquen a ello con todo su empeño. Debiéramos recordar que
"Si amas lo que haces no tendras ni un solo día de trabajo" Confucio
La escuela en colaboración con la familia debe permitir y favorecer esta búsqueda del elemento por parte de cada uno de los alumnos. Estamos "dando por perdidos" algunos alumnos mal "etiquetados" que estoy convencido que esconden un potencial extraordinario en su INTERIOR y, por desgracia, no nos dedicamos a sacar a la superficie todo este potencial. Debemos encaminar el trabajo de la nueva educación en ese sentido.
Recientemente leía en Twitter una frase de Ricardo Huguet contundente que resume muy bien lo que estoy comentando:
"¿Qué hemos hecho para que nuestros hijos entren en el sistema educativo queriendo ser astronautas y salgan queriendo ser funcionarios?"
Es momento de trabajar unidos para establecer un nuevo modelo educativo donde cambie por completo el concepto de éxito y fracaso. Vivimos en un mundo globalizado, cambiante que va a demandar personas emprendedoras capaces de gestionar el éxito y sobre todo capaces de aprender de sus fracasos. Esta será una labor fundamental de la Escuela que queremos para el siglo XXI donde los aprendizajes deben ser multidireccionales. Podemos empezar a configurarlo.
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Gracias. Tu entrada es para mi un gran regalo para estas fiestas. Tienes mucha razón, pero la tradición, la costumbre. la comodidad, las excusas peregrinas hacen posible que muchos puedan decir que la educación empieza cuando termina la escuela. Pero sería muy injusto también olvidar a tantos y tantos docentes que lo intentan y lo consiguen.
ResponderEliminarApreciado Manuel, muchísimas gracias por tu comentario que para mi sí es un regalo. Vamos a seguir trabajando para promover esa profunda transformación del sistema. Seguimos en contacto. Un abrazo enorme.
EliminarHola, acabo de conocer tu blog y también para mí ha sido mi primer regalo de Reyes.Y, para ti...una nueva seguidora.
EliminarComparto el contenido de tu entrada,todo ello lo he vivido en mi práctica docente diaria,aunque como dice Manuel Jesús, somos muchos los que lo intentamos, unas veces lo conseguimos y otras...
Es verdad que la escuela debe adaptarse a la sociedad del S XXI,aunque son muchos los cambios que esto implica.Todos los docentes deberíamos embarcarnos en esa tarea y aunar esfuerzos para comprobar que otra educación es posible. Gracias , volveré a visitarte a menudo,
Muchísimas gracias por tus palabras. No te imaginas cuánto me alegra que te guste el blog. Estoy convencido de que entre todos vamos a lograr aunar esfuerzos y promover grandes cambios... Es posible!! Mil gracias, un abrazo enorme!!
EliminarHola Oscar, tu escrito describe gran parte de mis inquietudes que vengo teniendo a los casi cuarenta años dedicado a la docencia. Muchas de las ideas reflejan mi ser social y mis necesidades de expresarlas tal y como tu lo hacer. Recibe un enorme abrazo desde mi país, México. Felicidades.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras. Me alegra compartir y coincidir contigo con las ideas que expongo en este artículo. Vamos a seguir trabajando para promover una Escuela para el siglo XXI. Es urgente y necesario. Un abrazo de vuelta desde España. Seguimos en contacto!!!
EliminarÓscar, muchas felicidades por este gran artículo y reflexión (que nos debería hacer pensar a todos). Sólo me gustaría añadir un apunte, y es que para que esos "niños" de hoy, el día de mañana puedan elegir, deben estar capacitados para ello...y eso no és sólo labor de las escuelas... Los padres debemos asumir nuestra responsabilidad, en tareas tan básicas como ayudar a nuestros peques a que se interesen (ya no digo que amen) por la lectura, para que desarrollen todo lo posible su capacidad cognitiva.
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