
El futuro de la educación, no ha de ir en esa dirección. Y tenemos que ponernos en marcha si queremos cambiarla y mejorarla. Y te preguntarás: y eso, ¿cómo se hace? He dado algunas pistas en entradas anteriores. Aquí puedes leer el artículo completo de J. A. Marina:

A continuación me gustaría destacar algunas frases del artículo para realizar un pequeño análisis y una valoración personal de las mismas:
- Condena al sistema educativo a un período de provisionalidad, de incertidumbre, que perjudica gravemente su salud. Si realmente queremos cambiar y mejorar nuestra educación lo que necesitamos es estabilidad y no podemos permitirnos el lujo de que la educación se convierta en el "juguete" que sirve para enfrentar a los políticos (solo hay que ver las reacciones de los mismos ante el último informe PISA). Pero ¿cómo va a haber estabilidad si, como destaca Marina, la oposición ha afirmado que cambiará la ley, y algunas comunidades van a recurrir al Constitucional o a ejercitar la desobediencia civil? Mal vamos...

- Las asociaciones de padres no se entienden. Tampoco se entienden entre sí los profesores. Es momento de que todos estemos unidos, de compartir y formar un auténtico equipo. Pero para ello debemos poner el foco en la educación y no en intereses ajenos a la misma. Por este motivo necesitamos promover un compromiso educativo de la sociedad.
- Quiero dirigirme a los docentes que priman el interés educativo sobre las presiones ideológicas. Los que piensan en nuestros alumnos, que parecen ser los olvidados. Para mi esto es clave: debemos dejar nuestras ideas políticas al margen y poner el foco en la principal figura del aprendizaje, el niño. Como afirma Marina parece ser el gran olvidado de la educación. Además se está haciendo una utilización desmesurada de los niños en las manifestaciones contra la Ley Educativa. Como destaca Javier Urra "los padres no somos los poseedores de nuestros hijos, somos los que ostentamos la patria potestad. Por tanto, responsabilidad con ellos, no para utilizarlos".
- Como afirma Marina, los docentes somos los únicos que en el aula podemos defenderlos de las codicias políticas, económicas, ideológicas. También apelo a los padres hartos de este vaivén político. Vamos a proteger a nuestros «alumhijos». Vamos pues a promover un cambio desde abajo, a pie de aula protegiendo a nuestros hijos y alumnos pero sobre todo construyendo una educación de futuro. Ya estamos cansados de que se haga una utilización de la educación como arma política. Estamos por encima de todo eso y a pie de alula podemos cambiar muchísimas cosas...
El cambio educativo es posible pero tenemos que creernos que somos capaces de llevarlo a cabo. Por ahí se empieza, por CREER EN LA EDUCACIÓN.
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Estoy de acuerdo en el principio de estabilidad, sin embargo no me termina de convencer la idea de eliminar la incertidumbre. Desde mi perspectiva, puedo considerar ésta como el motor de la creatividad y del cambio. Por lo demás, todo en paz, en la medida de que el profesor entienda que su razón de ser es formar un ser humano, lleno de emociones, sentires y necesidades, estaremos del otro lado. Mientras seguirán en las calles con la protestas por la promulgación de las reformas (en el caso de México y cabe mencionar que solamente es el 10 % del magisterio nacional).
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