Pactar con el niño: una forma de enseñarle a ser responsable
Llegar a acuerdos con los hijos favorece su autonomía mientras que aprende a tomar decisiones y asumir sus consecuencias
Dialogar y pactar, en vez de imponer o, por el
contrario, ser demasiado permisivo. Esta es una de las pautas recomendables
para buscar el equilibrio en la relación entre padres e hijos. El
pacto es una herramienta educativa que enseña a los niños a responsabilizarse de
sus tareas y asumir las consecuencias si no las cumplen. En este artículo se
explica cuándo hay que pactar con los niños y se proponen
algunos consejos para hacer tratos con los hijos.
"Tienes que recoger tu cuarto",
"cómete toda la comida", "haz las tareas". El modo imperativo que utilizan, en ocasiones,
los padres para comunicarse con sus hijos no da lugar al
diálogo. Los progenitores marcan e imponen el cumplimiento de las normas y el
niño se limita a obedecer. En el otro extremo está la actitud paterna
demasiado permisiva. En este caso, los adultos no
establecen reglas ni pautas de comportamiento para los pequeños y, si lo hacen,
son muy condescendientes con su cumplimiento.
El equilibrio está en un estilo
cooperativo, basado en el respeto mutuo. Una herramienta
de ayuda para lograr que los hijos colaboren de forma libre y responsable es el
pacto, entendido como un acuerdo entre dos partes, en este caso el adulto y
el niño, en el que ambos se comprometen al cumplimiento de una tarea y a asumir
las consecuencias en caso de que no se cumpla.
El pacto es una herramienta
educativa
Al contrario que el pacto, ni
la imposición ni ser demasiado permisivo ofrecen al niño la oportunidad de
aprender a ser responsable, actuar con autonomía y tomar decisiones, tres
aspectos fundamentales para su desarrollo. Sin embargo, cuando existe colaboración
entre padres e hijos, los niños entienden que las normas no son algo que
deben cumplir por imposición, si no reglas que deben asumir de forma responsable
mediante la valoración de sus consecuencias.
"A través del acuerdo
logramos que el niño aprenda a responsabilizarse de un compromiso adquirido y a
asumir una tarea que ha acordado con sus padres", apunta Óscar González,
director de la Escuela de Padres con Talento, un proyecto
pedagógico que pretende servir de guía y aprendizaje para los progenitores. En
las relaciones con los hijos, dice González, "tenemos que encontrar el
término medio, un equilibrio".
Pactar permite incrementar
su autonomía e independencia. Si cumple con lo pactado, "aprende el
sentido de la responsabilidad, algo fundamental", y si no lo cumple,
advierte González, "conocerá que todo tiene consecuencias naturales".
De este modo, el pequeño toma conciencia de que no siempre puede hacer lo que
quiere.
Cuándo acordar con los niños
La Escuela
de Padres del Ministerio de Educación apuesta también por el pacto
como medida educativa, ya que favorece la cooperación entre padres e hijos.
Este manual señala algunas de las situaciones en las que es necesario y
efectivo acordar con los niños, como "las faenas de la casa, los deberes
del colegio, la eliminación de las normas o relevar a los hijos de tareas
pesadas". El buen pacto, apunta, se consigue "cuando convertimos
una tarea en algo que no parece un trabajo".
No obstante, el pacto no es
una herramienta de la que se deba abusar. La Escuela de Padres aclara que
no es necesario llegar siempre a acuerdos con los niños, porque
"convertiría la relación paterno-filial en un negocio". En este
sentido, González propone ser "adaptables y flexibles" e incide en
que "hay temas que son innegociables", como los que
"afectan a la salud física o a su desarrollo ético y moral".
Consejos para hacer tratos con
los hijos
Para llegar a acuerdos es
preciso que el niño tenga la madurez adecuada para entenderlos. González
recuerda que hasta los cinco años, el pequeño no es capaz de tomar decisiones
sencillas entre dos o tres alternativas y, por tanto, "no entiende de
tratos".
A partir de esta edad, sí se
puede empezar a hacer pactos sencillos y, a medida que madure, adaptarlos a su
capacidad y entendimiento. Además, este especialista aconseja tener en cuenta
diferentes pautas cuando se opta por la estrategia del pacto.
• Valorar las actitudes positivas y las cosas que hace bien el niño, y no centrarse
siempre en los aspectos negativos.
• Acordar con paciencia, simpatía y criterio.
• El pacto debe llevarse a cabo en una atmósfera
cálida y segura.
• Tener presente que no todo es negociable.
Recordar que pactar es llegar a acuerdos, no
imponer.
Ventajas del pacto con el niño
•
Favorece la comunicación entre padres e hijos.
•
Fomenta la empatía, es decir, saber ponerse en el lugar del otro.
•
Ayuda a expresar y verbalizar sentimientos, tanto positivos como
negativos.
•
Implica aprender a escuchar y respetar las opiniones de los demás,
aunque no coincidan con las nuestras.
•
La negociación es una habilidad fundamental para la vida adulta.
•
Enseña a los niños a tomar decisiones y buscar soluciones.
¿Tú qué opinas?, ¿crees que es beneficioso "pactar" con tus hijos?, ¿crees que es una buena herramienta educativa?, ¿de qué forma lo haces tú?
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