El pasado viernes impartí una conferencia en el Club INFORMACIÓN de Alicante "Tus hijos y las nuevas tecnologías". Con motivo de la misma, el periódico INFORMACIÓN publicó ayer sábado una entrevista en la que hablo sobre diversos temas relacionados con los menores y las nuevas tecnologías. Quiero agradecer desde aquí a la periodista Victoria Bueno su profesionalidad y gran trabajo.
Puedes leer la entrevista completa aquí (abajo tienes la transcripción completa de la misma). Espero que te resulte útil e interesante:
Puedes leer la entrevista completa aquí (abajo tienes la transcripción completa de la misma). Espero que te resulte útil e interesante:
«Los padres no deben comprar a los hijos su primer teléfono móvil hasta los 14 o 15 años»
La
generalización del mundo tecnológico en nuestra sociedad obliga a los padres a
actualizarse para no perder el mando de la educación de sus hijos. La reflexión
de este asesor educativo apunta a la responsabilidad de las familias sobre el
uso que niños y adolescentes hacen del móvil o la tablet, para no convertirles
en «huérfanos digitales».
El Club
INFORMACIÓN acogió ayer una conferencia sobre el uso de las nuevas tecnologías,
que tan perdidos tienen a numerosos padres y en la que el profesor de Primaria
y asesor en escuelas de padres, Óscar Gónzalez, despejó dudas sobre la edad
idónea para que los niños tengan un móvil, pero siempre bajo la supervisión del
adulto. Asegura este experto que el uso de las tecnologías exige una charla con
el hijo como la que podemos tener sobre el sexo o las drogas.
De entrada:
¿móviles en clase, sí o no?
Se pueden
aprovechar como una herramienta más de trabajo, pero igual que puede ser
positivo conlleva ciertos riesgos, porque se pueden hacer fotos o grabar
videos, de modo que es imprescindible un control y supervisión, tanto en casa
como en clase. No se trata de prohibir, sino de educar en el buen uso con unas
normas y mucho respeto.
Pero sabrá que
los móviles en clase están prohibidos.
Porque se hace
un mal uso, pero como herramienta de trabajo buscan y comparten información. A
través del whatsapp, Instagram o Twenti pueden compartir tareas de clase e
ideas con alumnos de otros centros. Las cosas han cambiado mucho y no se trata
de copiar, sino de su enfoque educativo que nos conecta con realidades de otros
países también.
¿Cómo se asegura
un profesor de que se cumplen las normas?
Hay que advertir
de los peligros del mal uso de las tecnologías y de su abuso, como es estar
conectado al whatsapp o conversar por Facebook cuando estoy con las tareas. Que
pueden ser engañados fácilmente por personas con no buenas intenciones y que
abusan de su ingenuidad. Que la imagen es sagrada y no se puede compartir a la
ligera, ni mucho menos difundir la que se recibe de un tercero sin permiso. Hay
que compartir esa pautas tanto en la escuela como en la familia porque si
dejamos a los chicos, que son nativos digitales, los convertimos en huérfanos
digitales y aprenderán de forma autodidacta.
¿Quiere decir
que hay que tener con ellos la típica charla, como con el tema del sexo?
Exactamente.
Igual que hacemos con el sexo o las drogas hay que hablar con los hijos de las
tecnologías, porque si no, van a buscar esa orientación en otro sitio o entre
los amigos. Y cuanto antes, mejor.
¿A qué edad
sería lo ideal?
Incluso con dos
o tres años, porque los adultos ya tenemos móvil y ellos lo ven. Hay que
aprovechar la etapa infantil que es la más accesible a través del juego y hacer
un acompañamiento, de modo que aprendan con nosotros. Si se retrasa ese
aprendizaje a que sean preadolescentes no nos harán caso. Tampoco es excusa que
ellos sepan más que nosotros porque pueden tener más dominio, pero la madurez
la ponemos nosotros para guiarles y señalar los riesgos.
¿Cuándo
comprarles móvil?
Lo demandan todo
el tiempo, pero hay que marcar límites y retrasarlo al máximo, hasta los 14 o
15 años, según su madurez. Y si es antes, porque con la presión social nos
cuesta decidir, poner condiciones. Hacerle ver que el móvil es nuestro y que
sólo se lo cedemos. Normalmente se les da el de última generación y nos
quedamos los antiguos, pero debe ser al revés. Desde que tienen 8 y 9 años hay
que explicarles los riesgos y estar encima. El acceso del padre tiene que ser
total y explicárselo de antemano, porque es como ponerles un ordenador en el
bolsillo las 24 horas. No importa tanto la edad si hay una supervisión y
control totales.
¿Cómo
contrarrestar el miedo a que engañen al padre?
Pasa con todo.
Aunque pensemos que nos lo van a contar todo, somos los últimos en enterarnos,
por eso hay que marcar condiciones. Están además los sistemas de filtrado,
saber a qué páginas acceden, limitar el tiempo que pueden estar en Internet y
decírselo: te lo he cortado, no podrás entrar. El filtrado nos avisa en tiempo
real y con el ordenador, lo mismo; que acceda con cuenta propia y configurada
por nosotros tras explicarle lo que puede y no puede hacer. Pero todo empieza
con el ejemplo. Si no queremos que usen el móvil a todas horas, tenemos que
evitarlo nosotros en las cenas, reuniones, el coche...
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