
Por este motivo, es necesario que dejemos a un lado las etiquetas y cuando queramos corregir alguna de sus conductas lo hagamos explicándole de manera concreta qué nos parece mal y cómo lo puede mejorar.
¿Has escuchado o dicho alguna vez comentarios de este tipo?
- "Es igual que su padre. Cabezota. No podemos hacer nada con él. Imposible".
- "Ha sido un problema desde que nació. No sabemos qué hacer con ella..."
- "Es un irresponsable. No puedo dejarlo solo porque me la lía".
Nuestros hijos dan por válidas estas afirmaciones y acaban creyendo que realmente son así. Si queremos que crezcan seguros de sí mismos hemos de aprovechar cualquier oportunidad que se nos presente para enfatizar lo positivo de ellos. Es necesario que...
- Les digamos cuanto les queremos, valorándolos y tratándolos con confianza.
- Los felicitemos siempre por sus pequeños progresos y esfuerzo realizado.
- Reconozcamos en público sus habilidades y logros.
Si te parece interesante lo que escribo y comparto en mi blog puedes leer mis libros donde abordo este y otros muchos temas:
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