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jueves, 12 de junio de 2014

Participación de las familias en la escuela

Desde el proyecto “Famílies amb veu” de la Fundació Bofill me han enviado un interesante libro editado por la propia Fundación y presentado hace un par de semanas. Se trata del “Llibre Blanc de la participación de les famílies a l ´escola” (Libro Blanco de la participación de las familias en la escuela). Es un libro escrito con tres objetivos:

1.    Aportar evidencias del peso de las familias en la escuela.
2.    Generar un discurso común y consensuado sobre la agenda que preocupa a las familias.
3.    Trazar una hoja de ruta para vertebrar el sector.

“Las familias conforman un sector que reclama ser reconocido como tal, con capacidad de incidencia no solo en la propia escuela sino también en el campo de las políticas educativas”



En esta entrada me gustaría presentarte un interesante decálogo que aporta el libro y que nos debe hacer reflexionar sobre la agenda de prioridades de las familias en edad escolar:

1.    Las familias son y quieren ser más:

-       Los padres y las madres también queremos ser protagonistas de la educación: compartir puntos de vista, estar informados y ser escuchados en todo aquello que hace referencia a la educación de nuestros hijos e hijas.


-       Las AMPAS no son empresas de servicios: somos asociaciones de familias de alumnos que colaboramos con los maestros y equipos directivos para contribuir en la mejoría de la escuela de nuestros hijos y su entorno.

2.    Padres y madres también quieren hablar de contenidos educativos y, si se considera conveniente, entrar en las aulas:

-       Las familias, como parte de la ciudadanía especialmente afectada por las reformas curriculares y pedagógicas, queremos y podemos intervenir en el debate de los contenidos educativos para hacer propuestas al lado de los expertos en educación.

-       Las familias estamos dispuestas a contribuir en aquello que haga falta  dentro de las aulas, en las salidas o en aspectos de mejora educativa, siempre al lado de los profesionales de la educación.

3.    Las familias, una pieza clave en la ofensiva para el éxito escolar

Las familias podemos y queremos ser parte activa en la lucha contra el fracaso escolar, tanto desde la parcela doméstica ayudando a nuestros hijos e hijas, contribuyendo directamente a mejorar la escuela y el entorno, como desde un espacio de reflexión y análisis de resultados desde el cual podamos participar en la formulación de propuestas.




4.    El derecho a elegir colegio y la regulación del acceso a la escolaridad en igualdad de condiciones

Los padres queremos que nuestros hijos sean felices, que se sientan confortables en la escuela y que aprendan, para tal cosa en ocasiones hemos de elegir entre la dimensión relacional- que los hijos estudien cerca de casa, con los amigos- y la dimensión instrumental- eligiendo las escuelas más afines con el ideario y mejor valoradas. Lo que pedimos es que ambas opciones sean factibles.

5.    Calendarios y horarios escolares: la conciliación familiar como puntal de la calidad de vida de los niños

Las familias somos partidarias de racionalizar los tiempos tanto escolares como laborales para facilitar la conciliación y la comunicación familiar. Más que incrementar servicios de acogida y someter a los niños a unas jornadas escolares y extraescolares continuadas de más de ocho horas, hace falta buscar fórmulas adaptadas a las necesidades de cada contexto.

6.    La financiación del sistema educativo: cómo garantizar la educación pública y gratuita para todos

La educación, de acuerdo con la Constitución ha de ser gratuita y de carácter universal y con igualdad de condiciones. El estado ha de garantizar el acceso a la escolaridad de todos los niños y jóvenes de los 6 a los 16 años, y también en las etapas preescolares (0 a 6 años) o postobligatorias (hasta los 18) a todos aquellos que lo deseen.

7.    Becas y ayudas a las familias en función de la renta, por la equidad educativa y la igualdad de oportunidades

Teniendo en cuenta que los individuos tenemos- o deberíamos tener- derecho a una educación gratuita, hemos de buscar  formas para compensar las desigualdades con el fin de garantizar la educación en igualdad de condiciones: garantizar la cobertura de las necesidades básicas y educativas de los niños y jóvenes.

8.    El asociacionismo familiar ha de ser reconocido como un movimiento de acción cívica

-       El AMPA funciona como una escuela de ciudadanía: las familias que son activas en la escuela se implican en aspectos de movilización social. Para muchos, el AMPA es el primer lugar de participación ciudadana real. Es una oportunidad a la hora de pensar los modelos organizativos, de funcionamiento y de relación necesarios para hacer posible los ideales.

-       Las administraciones han de incorporar el sector de las familias en los espacios formales de participación de los que disponen.



9.    Por una ley educativa de consenso amplio y vigencia más allá del gobierno que la aprueba

Las familias demandan un consenso para la educación que sea a largo plazo, que sea revisado por tal de mejorar el sistema educativo, que tenga el apoyo de toda la comunidad educativa y agentes implicados, por tal de garantizar los derechos constitucionales. Madres y padres hemos de estar presentes en la toma de decisiones de educación y la escuela en todos los órganos formales de representación de familias y alumnos, y en todos los ámbitos.

10. Representamos la voz de la infancia, no solo aquello que se enmarca en la Escuela de Padres con Talento

Técnicos y equipos directivos reconocen en las organizaciones de madres y padres un firme representante de las familias más allá de la escuela. La integración en el entorno y la visión holística dan a las AMPAS y otros movimientos de madres y padres la oportunidad de convertirse en portavoces del bienestar de las familias y los niños.


Espero que te haya resultado interesante este decálogo y nos ayude a reflexionar sobre la necesidad de que la colaboración y participación de las familias con la escuela sea una realidad. La escuela del siglo XXI no debe ser una escuela que trabaje "para las familias" sino una escuela que trabaje "con las familias". Nos necesitamos, debemos formar EQUIPO. 

Aprovecho para dar las gracias a Fundació Bofill y Famílies amb veu por enviarme tan interesante libro que voy a estudiar en profundidad.

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