Esta mañana he intervenido en el programa La Mañana de la COPE con Javi Nieves para abordar el tema de las normas y los límites en las vacaciones de verano. Comparto aquí algunas de las ideas que he mencionado (y otras que no he podido decir) y el audio de la entrevista para que puedas escucharla:
Normas y límites en las vacaciones de verano
En primer lugar hemos de tener en cuenta de que a pesar de que estamos de vacaciones de verano (de nuestros respectivos trabajos) no estamos de "vacaciones familiares" o "vacaciones de hijos". Con ello quiero destacar que nuestra tarea educativa es permanente durante las 24 horas del día, los 365 días del año. Como decía Josefina Aldecoa "la educación es un proceso que no termina nunca".
Si somos padres hemos de tener en cuenta lo que afirma J. A. Marina "Hay quien dice: Yo quiero tener hijos pero no quiero prescindir de nada. Bueno, pues eso no funciona, porque al tener un hijo, lo que aparece es alguien que reclama derechos, y eso es un incordio". Es decir perdemos "comodidad". Pero tampoco podemos olvidar que hay vida más allá de los momentos de familia y los padres también tienen derechos. Una cosa no quita la otra...
En la Escuela de Padres con talento nos estamos encontrando con casos de madres y padres que nos dicen que sus hijos les repiten esta frase cuando les dicen que hagan algo: "No me pidas que haga eso, estoy de vacaciones". Eso es inadmisible porque a pesar de que
están (estamos) de vacaciones todos tenemos nuestras responsabilidades familiares que cumplir: por ejemplo tareas domésticas, hacer la comida, hacer la cama, etc.
están (estamos) de vacaciones todos tenemos nuestras responsabilidades familiares que cumplir: por ejemplo tareas domésticas, hacer la comida, hacer la cama, etc.
Por tanto, que estemos en vacaciones no implica que los límites, las normas y los hábitos se deban interrumpir. Aunque hemos de tener en cuenta una serie de aspectos ya que debemos actuar con mayor flexibilidad en cuanto a horarios, tiempos, etc. Actuaremos con mayor flexibilidad con algunas normas pero otras permanecerán inmutables porque son innegociables.
Por tanto nuestra actitud en verano debe basarse en un equilibrio entre:
EXIGENCIA+CARIÑO+LIBERTAD
No hemos de movernos en extremos (ni autoritarios ni permisivos) sino a través del sentido común y la práctica diaria actuar con exigencia y mucho cariño dotando al niño de mayor libertad en algunas cuestiones. Hemos de recordarles a los niños que estos CAMBIOS son temporales y que en cuanto se inicie el nuevo curso "todo volverá a la normalidad" es decir, a los hábitos, costumbres y horarios normales.
En la entrevista me hablaban de cómo actuar en este tema con preadolescentes y adolescentes. Veamos algunas ideas que nos pueden resultar interesantes:
- Debemos establecer un calendario (horario)-cronograma de manera conjunta con nuestros hijos para distribuir las actividades que van a realizar durante el verano. hay tiempo para todo. Aunque como ya he destacado anteriormente hemos de ser flexibles.
- Debemos aprovechar el verano para dedicar tiempo a la familia, a cultivar un mayor contacto padres-hijos que no podemos llevar a cabo a diario por motivos laborales: viaje en familia, actividades en familia, etc.
- Tenemos que "desenganchar" a nuestros hijos de las pantallas: móviles,televisión, internet, etc. y fomentar que realicen actividades al aire libre, actividades que durante el curso no pueden desarrollar: piscina, playa, actividades en familia, campamentos, etc.
- Además deben tener tiempo para la lectura. No lectura obligada sino lo que ellos quieran leer, lo que les guste. No estableceremos un tiempo fijo de lectura pues un día pueden leer un capítulo y otro medio libro. Aquí la flexibilidad debe ser mayor.
- Tendremos en cuenta que donde mayor conflicto puede surgir es el tema de los horarios: salir con los amigos, regreso a caso, etc.
- Con los adolescentes ya podemos negociar algunas normas y ver si las van cumpliendo y de esta forma mantenerla o ir modificando a lo largo del tiempo.
- Las normas y los límites, en general, hemos de revisarlos continuamente e ir modificando en función de la respuesta de nuestros hijos. No pueden ser los mismos "para siempre".
Lo más importante es que los padres debemos mostrar COHERENCIA entre lo que les pedimos y lo que nosotros hacemos ya que tenemos que educar con el ejemplo. No podemos decir que tienen que cumplir con sus responsabilidades y luego nosotros afirmar que "eso no lo hacemos porque estamos de vacaciones".
Tampoco podemos olvidar que en las vacaciones van a tener tiempo para aburrirse, para hacerse preguntas, para encontrarse a sí mismos. Os recomiendo que vayáis con vuestros hijos a ver un amanecer o una puesta de sol... Es algo que no van a olvidar jamás. Enseñadles a mirar hacia arriba, a las estrellas y que se hagan preguntas ante tal inmensidad. Y no lo olvidéis: no basta con querer a nuestros hijos, tenemos que decírselo cuantas más veces mejor...
LAS VACACIONES SON UN TIEMPO PARA ESTAR JUNTOS, PARA EL ENCUENTRO, PARA DISFRUTAR EDUCANDO.
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